Imagínense durante un instante que son
arquitectos. Imagínense que están construyendo un rascacielos
enorme. Como hay arquitectos muy tramposos, se prohibió el uso del
Autocad (programa de diseño), para que se erigieran los edificios
con mérito. Usted es el mejor arquitecto del mundo, pero necesita
pasantes. Uno de ellos le pasa unos dibujos en donde un pequeño
tabique de todo el rascacielos está diseñado con el Autocad. Usted,
lo sabe, lo admite y su empresa hasta le exculpa.
Pero el colegio de arquitectos se
entera y le abre una investigación. Durante ese tiempo, usted sigue
construyendo edicifios, mejores o peores, pero los sigue constuyendo,
demostrando que no le hace falta el Autocad para nada. Y tras año y
medio de espera, el Colegio de Arquitectos le inhabilita por dos años,
derrumbando todo los edificios que te han dejado construir en ese
tiempo, además del diseñado con esa pequeña ayuda involuntaria del
Autocad.
¿Parece esto justo? Para nada,
¿verdad? Pues algo parecido es lo que le ha pasado a Alberto
Contador. En el Tour de Francia de 2010, Contador dio positivo por 50
picogramos de clembuterol, una cantidad ínfima, que no ayuda físicamente a
un deportista. El clembuterol es una sustancia prohibida en el
ciclismo, pero a su vez es una sustancia que se usa en algunos países
para engordar ganado. Y ahí es donde se amparó Alberto.
La versión del ciclista es la que dice a que fue contaminado por un filete que en el día de
descanso, fue traído desde España. Ahora han querido cambiar filite por barrita energética. Lo mismo da. Seamos razonables: la historia
parece un poco cogida por los pelos. Pero después lees noticias como
esta y como esta, no es tan descabellado pensar que Contador tiene razón.
Es más, la Federación Española
exculpó a Alberto. Pero la propia UCI no estuvo convencida de
esta decisión y llevó el caso al Tribunal Superior de Arbitraje
(TAS). Y aquí empieza lo grave. En ese tiempo a Contador le dio
tiempo a ganar el Giro de 2011 y a correr el Tour, ya desgastado por
la ronda italiana. Han sido muchos días de incertidumbre, quince meses, que
acabaron lamentablemente ayer.
A Contador le sancionan con dos años,
quitándole el Tour de 2010 (hasta ahí algo lógico) y el Giro de
2011. Además, tendrá que pagar una multa de dos millones y medio de
euros, más lo que tendrá que abonar a sus abogados. Le han aplicado
la máxima sanción posible a un caso que en circunstancias normales
podría haber acabado con una visita del médico de la UCI al
ciclista para avisarles de la anomalía del resultado.
El propio TAS en su sentencia admite
que no hay voluntariedad de dopaje. La pregunta es: si no hay
voluntariedad ¿Por qué le ponen la máxima sanción? El derecho
deportivo (si se le puede llamar así a esto) obliga ante un dopaje a
demostrar la inocencia del deportista. No se puede caer en la
demagogia de decir que es injusto que Alberto tenga que probar su
inocencia. Su análisis y contranálisis dan positivo y ya es motivo
suficiente de culpabilidad. El problema es que Contador no ha podido
demostrar su teoría de la carne.
Si el ciclista hubiera podido demostrar
que al ganado utilizado para el filete que se comió se le suministraba clembuterol, hubiera sido exculpado. La trazabilidad de la carne se
perdió a mitad de camino, y por lo tanto, Contador no ha podido
probar su inocencia. Pero lo que más daña de este asunto es que en
la resolución se da por valida la no voluntariedad de Alberto. O se
castiga o no, pero no se puede decir que no se dopó y castigarle con
2 años.
Un castigo de seis meses hubiera sido
la salida más fácil. Se castiga el positivo (que no hay que olvidad
que existe) y con un mes de sanción (porque ya cumplió cinco
anteriormente) estaría resulto, manteniendo un Giro de Italia que
ganó limpiamente y pasando mil controles revisados con lupa.
Hoy ha salido Contador en una rueda de
prensa. Lo más llamativo que ha dicho es que seguirá corriendo.
Ojalá vuelva por sus fueros y nos haga vibrar. Puede que la Vuelta a
España sea su primer objetivo. Alberto tiene que callar muchas
bocas. Pero su nombre ya ha sido manchado.
Sigue al autor en Twitter: @lpavon87
Muy buen análisis Leandro. Solo añado que los del TAS hacen lo que les parece. Porque si son dos años de sanción, es de julio 2010 a julio 2012. Pero no, le ponen hasta agosto para que no corra los JJOO porque saben que Contador llegaría fresco y podrían ganar medalla en ruta y en contrareloj